Las 18:45 minutos. Me apresuro por la calle empinada mientras el viento despeina mi cabello planchado. Mi acompañante le cuesta igualar mi rápido andar. Se ha quedado atrás. Me detengo a esperarlo. Advierto que he llegado al meeting point de la noche durante el 34° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Mucho color naranja en alusión a un patrocinante de bebida alcohólica. Buen decorado y buena música. Muchos camparis con jugo de tamarindo. Todos conversan y son agradables. El alcohol logra que hasta el crítico de cine más hermético sea amigable y muestre una gran sonrisa.
Miro por la ventana porque los destellos de la vestimenta de quienes están llegando no pasan desapercibidos. Me acerco a la puerta y me doy cuenta de que son tres chicas que he visto en algunas obras de teatro en Buenos Aires. Un vigilante fornido de 1.90 metros, aproximadamente, les prohíbe la entrada justificando que es un evento privado por invitación. Corro al baño porque estoy muy mareado y mi acompañante apenas ponerse de pie.
Desconozco qué pasó con las chicas. Si pudieron entrar o no. Solo hasta revisar -un día después- la información de prensa del festival, constato por unos fotogramas que quienes tuvieron dificultad para entrar al meeting point eran las protagonistas de la película Bajo mi piel morena dirigida por José Campusano. La dificultad no fue más que discriminación. El vigilante le incomodó ver tres chicas trans o travestis (depende como ellas se perciban), y yo hundido en mi borrachera y despecho no hice nada. No se trata de que sean las protagonistas de la película sino de que le puede pasar a muchas personas por ser diferentes. No se trata de hablar mal del festival por la actitud de un vigilante, pero tampoco debe hacerse caso omiso a lo sucedido.
Bajo mi piel morena, corresponde al tipo de largometrajes que son necesarios porque recuerdan situaciones discriminatorias y de abuso de poder que siguen vigentes en el ámbito educativo, laboral y de los cuerpos policiales. Morena, Claudia y Myriam encarnan los problemas vividos por trans y travestis en barrios populares del conurbano que las empujan a permanecer en estado de sitio cotidianamente. Sí, estado de sitio, como lo dijera la ya fallecida activista Lohana Berkins.
No puedo situarme ante el cine de José Celestino Campusano con la tradicional crítica sobre la propuesta actoral, el guion y demás elementos. Debo recordar que, con poco presupuesto, su propuesta es la oportunidad para los talentos emergentes y diferentes colectivos, “afianzando el relato en la fuerza y originalidad de anécdotas verídicas, que son generalmente aportadas por los generadores de las mismas o por testigos presenciales”. Esto es Cine Bruto, su productora.
Campusano comenta que las protagonistas de Bajo mi piel morena, “han coincidido en la responsabilidad de proponer y exponer un relato fidedigno e incondicional, a través del cual puedan tender un puente con la sociedad fuera de cierta estigmatización mediática… generando un documento de vida que nos conecte… desde lo emocional… sintiéndonos reflejados con el otro al margen de nuestros posibles prejuicios”. La conexión emocional del filme abarca también el sexo. Valiosas son las escenas de sexo que no presentan otras películas argentinas que siguen utilizando el recurso de la elipsis.
Por: aliriocinefilo
TÍTULO ORIGINAL
Bajo mi piel morena
SINOPSIS
Morena es una mujer trans que vive con su madre en la zona sur del conurbano bonaerense. Durante su vida adulta Morena solo ha trabajado en talleres textiles, está decidida a no acceder nunca al sexo pago.
Morena tiene dos amigas trans, Claudia -que se ha recibido de profesora y está por iniciar su primera suplencia- y Myriam, quien siendo muy joven y bella ejerce la prostitución con protección policial.
Todas ellas chocan, por mucho que intenten evitarlo, contra un mundo cargado de prejuicios. Pero en sus vidas también hay pequeñas victorias, grandes gestos de solidaridad que surgen en lugares inesperados y que las ayudan a mantenerse en pie en un contexto hostil.
FICHA TÉCNICA
ELENCO
Morena: MORENA YFRÁN
Claudia: MARYANNE LETTIERI
Marcia: BELÉN D’ANDREA
Myriam: EMMA SERNA
Ricardo: JULIÁN SILIBERTO
Madre de Morena: ANA LUZARTH
Joaquín: PABLO FAZZARI
FRANCISCO BEBER – JUAN MANUEL BENITEZ – DANIEL RAMÓN PASSARELLA – ROSARIO GÜENAGA – FERNANDA GOROSITO – ANDREA DIGORADO – ROCÍO ROCHA – HASAN NIM – JUAN MANUEL MARTINEZ – GUSTAVO FANETTI – GUILLERMO MOLEDOUS – HERNÁN MERLINI – ESTEBAN REZK- JOSÍAS RIQUELME MOLINAS – CARLA MANSO – SIENNA SUAREZ – DANIEL CHAVES – VANESA LÓPEZ – LUIS MANCINI – CLAUDIO SANTORELLI – DIEGO ROMERO – VERÓNICA BARBATO – CAMILA SEBIO – BRENDA GIULIANO
EQUIPO TÉCNICO
Guión, Producción y Dirección: JOSÉ CELESTINO CAMPUSANO
Producción Ejecutiva: Leonardo Padín, Mónica Amarilla
Jefe de Producción: Daiana Cermelo
Asistente de Dirección: Marcos Izaguirre
Dirección de Fotografía y Cámara: Eric Elizondo
Jefe de locaciones: Facundo Fagiani
Ayudante de Dirección: Martiniano Caballieri
Asistente de Producción: Rogelio Farah
Foto Fija: Silvina Feraud
Continuista: Gisela Villanueva
Arte: Micol Metzner
Vestuario: Verónica Velasquez
Maquillaje: Stella Maris Jacobs
Montaje: Horacio Florentín
Director de Sonido: Assiz Alcaraz Baxter
Música: Claudio Miño
