Lo híbrido fluido en los géneros cinematográficos
Han transcurrido varios meses desde que vi el largometraje Elda y los monstruos en el Festival de Cine de Mar del Plata. Tomé una pausa para que mi cerebro descansara. Me niego a escribir cuando me siento saturado de información y contra información. Si hubiera escrito hace algunos meses atrás, resaltaría en el texto los monstruos del personaje principal, la reivindicación de la monstruosidad y la amistad. Todas, lecturas válidas.
Quiero pensar la película desde la hibridez y la fluidez. Lo híbrido hace referencia a elementos creados por otros elementos de distinta naturaleza, lo mixto, lo cruzado. La fluidez alude a la liquidez, al movimiento, al cambio. Dicho esto, propongo re-encuadrar la no binariedad como hibridez y/o fluidez, ya que de entrada el concepto no binario es problemático por describir la negación de algo y reforzar las antinomias (contrasentidos, contradicciones y conflictos) con muy pocas posibilidades de encuentro. Lejos, queda la síntesis resultado de la dialéctica.
El filme de Herzog es un híbrido fluido entre el documental y la ficción. Y lo mejor: poco importa cuáles son los límites entre uno y otro. Así como aparece una entrevista radial a Elda y el casting hecho por Diego para la película La sombra del gallo; también están presentes el mundo onírico y el altar de una santa travesti, productos de la ficción. Elda y los monstruos podría ser una especie de biopic, que se vale del documental y al mismo tiempo es una road movie, un musical y una película de provincia (del interior) sobre la amistad.

La fluidez del género
Si bien, el personaje principal fluye entre Diego y Elda (o Elda y Diego), este trasciende la pantalla. Elda y Diego conviven de manera armónica. “Es Diego y Elda también” podría ser la afirmación más acertada. No ha habido una reasignación sexual ni un tratamiento hormonal para poder acomodarse a la heteronorma. Detalle curioso: Diego/Elda es @elda.xxy en su cuenta de instagram.
Pensando en la fluidez del género, las series Sort of y Glamorous presentan, en principio, personajes que no se ajustan a alguno de los polos del binario de género. Durante las dos primeras temporadas, Sabi Mehboob (en Sort of) y Marco (en Glamorous) parecen, en determinados momentos, mujeres porque adoptan la expresión de género de lo que acordamos en llamar, socialmente, mujer. Otras veces, se parecen más a las personas bigénero, adoptando expresiones de los dos polos hombre-mujer. En cualquier caso, la manera cómo se desarrollan las historias de sus protagonistas podrían describirse como personas con fluidez en su género.
Bien pudiera usar el término persona no binaria, pero ya aclaré, anteriormente, la dificultad conceptual de la no binariedad. No significa que desconozca los alcances del activismo de las personas no binarias. Realizaron su primera marcha en julio del 2023 en la ciudad de Buenos Aires. Cada persona y cada grupo decide cómo identificarse.
Regresando a las series Sort of y Glamorous, ambas me llevan de la fluidez del género a la decisión de adecuarse como mujeres trans. Uno de los polos del binario de género. En el caso de Elda y los monstruos no ocurre eso. Reivindica la fluidez del género que no se ajusta a la heteronorma. Es poderosa esta representación. Son corporalidades que pertenecen al universo de lo raro y lo queer/cuir, que ontológicamente se construyen con las otras formas de ser.

Ahora bien, creo necesario precisar que las construcciones de los géneros y de las identidades de género, muchas veces, las dimensionamos desde una posición que anula rotundamente la biología y se ancla en el aspecto social. Esta es una antinomia de la cual me corrí hace algún tiempo, luego de leer El arcoíris de la evolución de Joan Roughgarden, quien se doctoró en Biología en la Universidad de Harvard y declaró públicamente su transexualidad a los cincuenta y dos años.
Los estudios de la doctora Roughgarden sobre individuos humanos y no humanos encuentran en la propia biología (la naturaleza) ejemplos de fluidez. Rouhgarden afirma que es un error creer, unívocamente, que el gameto más grande (óvulo) se corresponde a la categoría biológica hembra y el gameto más pequeño (espermatozoide) a la categoría biológica macho. Y más errado, aún, es asumir que el binarismo en el tamaño de los gametos lleva consigo un binarismo también en la apariencia, la conducta y la historia vital de un cuerpo sexuado (género). Muchas son las posibilidades. Por ejemplo, los machos y las hembras no necesariamente tienen apariencias distintas y no siempre el macho es quien tiene pene y la hembra quien amamanta.

La fluidez de lo espiritual/religioso
Si hay una escena que recuerdo claramente es aquella donde aparece una chica bailando a manera de performance en una capilla católica. Le acompaña el tema Ave María interpretado por Elda/Diego. En Elda y los monstruos los personajes fluyen en sus prácticas espirituales/religiosas. La lectura de las cartas del tarot para tantear el futuro y una peregrinación al santuario de La Muda (travesti asesinada) no les impide entrar a la iglesia o recitar la oración del ángel de la guarda antes de dormir en una carpa.
En un mundo donde se acentúan los fundamentalismos religiosos que anulan cualquier manifestación espiritual distinta a las prácticas y ritos institucionalizados por los gobiernos, el filme expone una mixtura espiritual/religiosa que representa a muchas personas y lo mejor: no triunfa una religión por encima de las manifestaciones espirituales ancestrales. Eso lo he visto en otros filmes argentinos sobre diversidad sexual, donde la fuerza de la iglesia católica doblega cualquier otro mito o leyenda local, creando la sensación de destino fatal para las personas LGBTIQ+.
Por: aliriocinefilo

Título Original: Elda y Los Monstruos
Título Internacional: Elda And The Monsters
Dirección y Guión: Nicolás Herzog
Producción: Nicolás Herzog, Tomás Eloy Muñoz, Valeria Bistagnino
Compañías productoras: Rumba Cine, Mostra Cine, Alanorte Cine
Fotografía: Fernanda Montiliengo, Fernando Lorenzale
Edición: Nicolás Herzog, Leandro Aste, Guillermo Saredo
Dirección de Arte: Claudina Roda
Dirección de Sonido: Emiliano Biaiñ, Marcos Zoppi, Sergio Cabrera
Música: Matías Sorokin, Diego Detona, Lautaro Osorio,
Juan Cruz Federik, Santiago Butto, Alan Anderson
Año: 2023
Duración: 73 min.
País: Argentina
Distribuye: Cinetren
Diego Detona
Natalia Curcho
Calypso Summer
Anul Orbie
Fran Dacunda

En su deseo y ambición por convertirse en una poderosa estrella glam, Elda entra en conflicto con Diego, su tímido alter ego con quien comparte el mismo cuerpo y las mismas penas de amor. Una peregrinación con amigos hasta el altar de La Muda, una mujer trans asesinada y santificada en medio de un bosque, despierta en Elda nuevas formas de amar, crecer y vincularse, más allá de binarismos y en conexión con la naturaleza.